Para evitar problemas y sustos a la hora de navegar por Internet, es muy recomendable seguir una serie de consejos:

1/ Haz una buena gestión de tus contraseñas: Las contraseñas suponen una de las más importantes brechas para la seguridad informática. Al tener que recordar cada vez más contraseñas, un gran número de usuarios opta por poner contraseñas fáciles de descifrar, o incluso utilizan la misma para todo. Sin embargo, para evitar que nos puedan adivinar la contraseña, es importante tener una diferente para cada sitio y cambiarla de forma periódica. Así mismo, es recomendable que la contraseña incluya números, letras mayúsculas y minúsculas y caracteres especiales.

2/ Hay que tener cuidado al conectarse al wifi de sitios públicos como el aeropuerto, centros comerciales… Las redes wifi públicas pueden comprometer la seguridad de tus datos, e incluso la de tu dinero. Por ese motivo, hay que evitar acceder a tus datos personales (bancos, correos…) mientras estás sujeto a una red wifi pública. Nunca se sabe quién puede haber al acecho. Es preferible gastar los datos de tu móvil y realizar tus transacciones con tu red 3G o 4G.

3/ Actualiza siempre el software básico: aunque en ocasiones puede suponer una molestia, es importante mantener siempre actualizado el software, puesto que estas actualizaciones suelen ser parches que solucionan problemas técnicos o brechas de seguridad informática. Muchos de los programas que no dejamos actualizar son funcionalidades básicas de nuestro equipo, como el procesador de textos, el lector de PDF, … y es recomendable mantenerlos actualizados, ya que pueden incorporar nuevas funcionalidades, cambiar su diseño o mejorar su usabilidad.

4/ Cuidado con las descargas y adjuntos fraudulentos: a veces puede ocurrir que estás navegando por alguna web y se te descarga un archivo. Este tipo de elementos, normalmente ejecutables (.exe), suelen contener código malicioso que, de instalarlo, puede perjudicar a nuestro equipo. Pueden ser programas molestos, elementos que te impidan trabajar o alguna extensión perniciosa en tu equipo. Esto también es aplicable a los archivos adjuntos de los correos. Si nos llega algo sospechoso al correo, es preferible mandarlo a la papelera o a la carpeta de correo no deseado sin abrirlo.

5/ Tu móvil también es un ordenador: los teléfonos móviles han evolucionado a pasos agigantados en los últimos años, y han adquirido una gran importancia en nuestras vidas. Muchas de las gestiones las realizamos directamente con estos dispositivos (consultar nuestra cuenta corriente, leer las noticias, e incluso pagar), por lo que es muy importante ser cautos cuando estemos usando este dispositivo para navegar por Internet o realizar cualquier gestión online.

6/ Compra siempre en sitios seguros: no compres nada en webs sospechosas, ya que las compras online pueden ser anzuelos de datos. Introduces tu tarjeta de crédito y te pueden quitar el dinero. Hay que intentar entrar en lugares certificados, fiables y con buena reputación. Una buena práctica es fijarse en el certificado SSL de una web, así como en el dominio https en la dirección de la web. Son pruebas que acreditan que una web es fiable y con un intercambio seguro de datos (contraseñas, datos bancarios, etc.).

Ejemplo de Web con certificado SSL (el candado verde) y dominio https.

7/ Ten siempre un antivirus instalado: tu equipo debe estar protegido frente a posibles amenazas o ataques. Es preferible un antivirus de pago, ya que te protegerá mejor, pero, aunque solo dispongas del plan básico, más barato o gratuito, siempre será mejor que nada. Te advertirá del contenido malicioso y de las webs sospechosas de contener algún tipo de malware. Eso sí, hay que descargarlo o instalarlo de forma oficial (un CD/DVD o la web del proveedor), y es muy importante mantenerlo actualizado.

8/ Correos extraños, phising y spam: el correo electrónico es una de las fuentes tradicionales de amenazas a la seguridad. Actualmente, los gestores de correos ofrecen bastante seguridad y hacen una criba bastante decente, pero siempre se puede colar algún mail sospechoso. Si recibimos cualquier correo extraño o sospechoso, hay que seguir una serie de pautas básicas:

  • Si está escrito con muchas faltas de ortografía, en idiomas extraños, con remitente desconocido o con una dirección sospechosa, no hagas caso a esos correos.
  • Si te piden dinero o alguna de tus contraseñas por correo nunca des esa información. Aunque aparentemente venga de un correo de tu entidad bancaria, no uses el enlace que te indican.
  • Si recibes algún correo extraño con un archivo adjunto que desconoces, nunca lo abras.

9/ Cierra la sesión, sobre todo si te conectas en sitios públicos. Es muy recomendable cerrar nuestra sesión y apagar el ordenador para que se vacíe parte de su memoria (por si hemos puesto alguna contraseña o datos personales). Es sobre todo conveniente cuando usamos un ordenador que no es el habitual para realizar cualquier gestión que requiera autenticación. También hay que evitar realizar gestiones de nuestro trabajo en nuestro ordenador personal, ya que, generalmente, nuestros equipos de casa son entornos menos seguros, y podemos poner en peligro y crear problemas a nuestra empresa.

10/ Activa el Firewall: es una herramienta muy útil a la hora de proteger nuestro equipo. Es preferible dejarlo siempre activado. Puede ocurrir que te bloquee algunas descargas o programas, pero siempre puedes desactivarlo durante cierto tiempo o establecer excepciones.

11/ Revisa las apps y extensiones autorizadas: páginas como Google, Facebook o Twitter pueden operar con varias extensiones o apps integradas en las mismas. Es una práctica habitual la de aceptar que éstas gestionen nuestros datos, y que no nos demos ni cuenta. Por lo tanto, es recomendable prestar atención a donde nos metemos y a qué le damos permisos.

12/ Realiza una copia de seguridad: Una de las soluciones más eficaces en materia de seguridad informática es contar con una solución de backup. Es muy importante, y nos puede evitar más de un susto tener nuestros datos guardados en otro sitio, ya sea en la nube, en un disco duro externo, etc. En el mercado existen varias soluciones, de pago y gratuitas, que se adaptarán a tus necesidades de seguridad, actualización y almacenamiento.

Además de seguir en la medida de lo posible todos estos consejos, lo primordial es ser cauto a la hora de operar en Internet. La cautela y el escepticismo son el 99% de la seguridad informática a nivel usuario. Una buena sospecha a tiempo nos puede ahorrar disgustos y, posiblemente, dinero. Si actuamos con sentido común se lo pondremos más difícil a todos aquellos interesados en recabar nuestros datos con fines ilícitos.