Los dispositivos que usamos todos los días nos permiten realizar todo tipo de tareas y tenemos al alcance de nuestra mano funciones que antes eran impensables.
Navegar por Internet, usar todo tipo de apps, escuchar música, consultar una dirección, o jugar a videojuegos son sólo algunas de las funciones más habituales, pero existe un abanico de posibilidades mucho más amplio.
Pero tener disponibles todas estas posibilidades puede poner en peligro nuestra privacidad, y algunos de nuestros datos se comparten para facilitar estas funciones.
Los usuarios deben saber que para poder acceder a determinadas funciones deben permitir el acceso a algunos de sus datos.
Gran parte de los servicios de los que disfrutamos en Internet funcionan gracias a la información y los datos que compartimos con las empresas que los prestan y con otros usuarios.
Esto lleva aparejado un riesgo para nuestra seguridad y privacidad que debemos conocer.
Pero veámoslo con un par de ejemplos muy habituales:
Cuando usamos una aplicación de mapas para llegar a una dirección determinada debemos compartir nuestra ubicación.
Otro caso es cuando navegamos por Internet y compartimos datos como nuestras preferencias, gustos, edad o sexo.
Las empresas cada vez se toman más en serio el tema de la privacidad, puesto que es algo que preocupa a un gran número de usuarios.
Las principales empresas tecnológicas, como Apple, Google o Samsung son ahora más transparentes en este ámbito.
Nos aseguran que para muchas de las funciones que realizamos con nuestros dispositivos nuestros datos se quedan en el dispositivo y no se comparten ni se suben a la nube.
Es el caso de las nuevas funciones relacionadas con la IA (Apple Intelligence o Gemini en el caso de Google), que se procesarán en el dispositivo.
Ajustes de privacidad más comunes
Pese a las aparentes buenas intenciones de las empresas, los usuarios podemos decidir dar o quitar permisos para que las apps que usamos puedan o no puedan acceder a determinados datos.
Los sistemas operativos actuales nos dan la posibilidad de activar o desactivar estos permisos, incluso de dar el permiso sólo mientras se usa la aplicación.
Entre los ajustes de privacidad más utilizados están los siguientes:
Datos de ubicación
Gracias a ellos, una aplicación puede conocer donde vivimos, nuestro lugar de trabajo y los lugares que visitamos.
Para usar la app de mapas o localizar tu móvil en caso de robo o extravío puede ser muy útil, pero otro tipo de apps no deberían tener acceso a los datos de ubicación (por ejemplo, Twitter, TikTok etc…).
Galería de fotos
Entre nuestras fotos y vídeos puede haber momentos íntimos, documentos o recuerdos que no queremos compartir con nadie.
Por eso, dar acceso a nuestra galería de fotos puede poner en riesgo nuestra privacidad, y habrá que tener muy claro que apps necesitan realmente acceder.
En las apps de edición de fotos o basadas en imágenes (como puede ser Instagram) el acceso si es necesario.
Cámara y micrófono
Algunas apps pueden activar la cámara y el micrófono sin tu conocimiento, lo que les permite escucharte o verte en cualquier momento, en muchos casos con fines publicitarios.
Seguro que alguna vez has hablado de algún producto o artículo con alguien, y al abrir el móvil te aparece publicidad relacionada con ese tema.
Por ese motivo, sólo debes conceder el permiso para acceder a la cámara y al micrófono a las apps que realmente lo necesiten, como pueden ser las aplicaciones para hacer videollamadas.
Contactos
En este caso, las apps podrán acceder a los nombres e información que tengamos almacenada de nuestros contactos, por lo que se trata de datos personales de terceras personas.
Aplicaciones como WhatsApp o similares deberán tener acceso, pero otras como juegos o apps de streaming de música o vídeo no deberían tenerlo.
Envío de estadísticas de uso
Es probable que tengas activada por defecto la opción de compartir tus datos de uso y estadísticas del dispositivo para ayudar a mejorar el sistema operativo y tu experiencia de uso.
De esta manera estás compartiendo información como el uso de la batería, la actividad de las aplicaciones, y otros datos.
Si decides no compartir esta información sobre tu uso del dispositivo y de las aplicaciones, puedes desactivar esta opción en los ajustes.
Mostrar contenido en la pantalla de bloqueo
Si no quieres que ciertas notificaciones o el contenido multimedia se vean en la pantalla de bloqueo tienes la opción de desactivarlo.
Muchas veces, conceder o no conceder permisos de acceso a determinadas funciones de nuestro dispositivo será cuestión de sentido común.
Si queremos hacer fotos, es normal que tengamos que dar acceso a la cámara, al micrófono para grabar audio si grabamos un vídeo y a nuestra galería de fotos.
Para hacer llamadas, tendremos que dar acceso a nuestros contactos y al micrófono.
Pero puede que una app determinada nos pida acceso a alguna función que realmente no es necesaria para su funcionamiento, y en ese caso lo normal será denegar el permiso.
Debemos leer cuidadosamente los permisos que concedemos en cada momento para así no poner en riesgo nuestra privacidad.
Busca en las opciones de tu dispositivo el apartado de seguridad y privacidad para gestionar todo lo relacionado con este tema.
Si dedicas un poco de tiempo a revisar estas opciones aumentará la seguridad de tus datos y tu privacidad estará mejor protegida.