Crisis en la industria del videojuego

El año pasado se lanzaron un gran número de títulos de muy alta calidad, y hace tiempo que la industria del videojuego es la que más factura dentro de las dedicadas al entretenimiento.

Sin embargo, estamos viviendo una situación extraña que nos indica que la industria del videojuego está viviendo un momento de crisis o, por lo menos, de cambios.

Con motivo de la pandemia y el posterior confinamiento, mucha gente encontró en los videojuegos un refugio para evadirse y sobrellevar las largas horas metidos en casa casi sin poder salir.

Por esa razón, los videojuegos experimentaron un gran auge, y las ventas de productos relacionados crecieron a un gran ritmo.

Las empresas, intentando aprovechar el momento, contrataron a mucha gente para hacer frente a la gran demanda de este tipo de entretenimiento.

Sin embargo, con la vuelta a la normalidad, las ventas y la demanda de videojuegos volvieron a bajar hasta situarse en unas cifras similares a las anteriores a la pandemia.

Como consecuencia de esto, durante el pasado año 2023 y lo que llevamos de 2024, se están sucediendo noticias de infinidad de despidos en la industria del videojuego.

Se contrataron muchos trabajadores que ahora ya no son necesarios, puesto que la demanda ha vuelto a números más normales, y los beneficios de las empresas se han reducido.

La poderosa irrupción de la Inteligencia Artificial hace que muchas empresas se planteen sustituir a trabajadores por esta tecnología para determinadas tareas.

Las compras de estudios de videojuegos por parte de compañías más poderosas también tienen como consecuencia la duplicidad de trabajadores en el mismo puesto, y una reorganización que conduce al despido de los que consideren prescindibles.

Entre estas adquisiciones podemos destacar la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, o las compras realizadas por el gigante tecnológico chino Tencent.

Otras consecuencias han sido el cierre de algunos estudios, así como la cancelación o el retraso de determinados videojuegos.

Los costes de desarrollo de los juegos, y el tiempo necesario para desarrollarlos cada vez son mayores, reduciendo los beneficios de las empresas.

La proliferación de los denominados juegos como servicio también es un factor para tener en cuenta (el ejemplo más claro de este tipo de juegos es Fortnite).

Son videojuegos pensados para irse actualizando con nuevo contenido durante años (nuevos mapas, nuevos personajes, etc…), y para ser una fuente de ingresos constante para las empresas.

Los usuarios pueden adquirir nuevos elementos (skins, ropa para los personajes, etc…) mediante micropagos incluidos, que generan grandes beneficios.

El problema es que hay una saturación de este tipo de títulos, y solo unos pocos logran el éxito que buscan.

Todas las empresas quieren tener su propia “gallina de los huevos de oro”, pero solo unas pocas lo consiguen y el resto fracasan en el intento.

Desde que una empresa comienza a desarrollar un juego hasta que sale a la venta pueden pasar 4 o 5 años.

Durante ese tiempo, puede que el género del videojuego que se esté desarrollando (shooter, roguelike, metroidvania o el que sea) haya pasado de moda, y cuando se comercializa es un fracaso.

Otro factor importante es la falta de creatividad en la que estamos inmersos actualmente.

Debido a los altos costes de desarrollo, las empresas intentan ir sobre seguro y crean videojuegos clónicos de géneros que funcionan y que se supone que van a generar beneficios.

Esta crisis de creatividad se ve reflejada también en el exceso de remakes y remasterizaciones de juegos que triunfaron en su día.

Puede tratarse de un simple lavado de cara gráfico de juegos que triunfaron en su momento o de juegos rehechos desde cero cogiendo la base del original, pero ampliándolos con nuevo contenido.

Algunos estudios independientes sí que arriesgan más, intentando desarrollar videojuegos más originales y que aporten nuevas ideas a la industria.

El año 2023 es considerado por muchos como uno de los mejores de la historia de los videojuegos (por la cantidad y calidad de los títulos lanzados).

Juegos como The Legend Of Zelda: Tears Of The Kingdom, Baldur’s Gate 3, Alan Wake 2, Spider-Man 2, y los remakes de Resident Evil 4 y Dead Space fueron algunos de los más destacados.

Pero este aparente buen momento en cuanto al lanzamiento de videojuegos se ve ensombrecido por la pérdida de empleos y el cierre de empresas de desarrollo.

Sin embargo, aunque ahora la industria del videojuego está atravesando un momento de dudas, esperamos que pronto se reconduzca la situación y se empiece a crear empleo de nuevo en el sector.

Además, seguro que los estudios de desarrollo nos vuelven a sorprender con nuevos juegos repletos de talento e ingenio, que volverán a crear una industria fuerte y llena de futuro.