¿Estamos abocados a un futuro solo digital?

En esta entrada queremos centrarnos en una pregunta que todavía no tiene una respuesta clara: ¿estamos abocados a un futuro solo digital?

La llegada de Internet, pero sobre todo de las plataformas de streaming de música, de cine o las tiendas de videojuegos digitales han acelerado la adopción del formato digital entre un gran número de usuarios.

Las generaciones más jóvenes han crecido ya en un entorno donde el formato digital ha ido comiéndole el terreno al formato físico.

Muchos jóvenes compran exclusivamente en formato digital, con la excepción de ofertas o regalos puntuales de videojuegos, música o películas en formato físico.

Sin embargo, todavía quedan usuarios a los que les gusta el coleccionismo y tener el producto en sus manos, para mirarlo, tocarlo o colocarlo en una estantería.

Pero veamos las ventajas e inconvenientes que pueden tener estos formatos, y las razones por las cuales la gente se decanta por uno u otro.

Formato físico

Este formato nos permite disfrutar de nuestras películas, nuestra música y videojuegos favoritos cuando queramos y sin necesidad de conexión a Internet. Eso sí, necesitaremos un reproductor para poder usarlos.

Los videojuegos, sin embargo, muchas veces requieren de la descarga e instalación de parches para corregir fallos o incluso para poder jugar, por lo que en esos casos será necesario tener Internet.

Como hemos comentado anteriormente, el coleccionismo es otro de los motivos que llevan a la gente a preferir el producto físico.

Las ediciones de coleccionista suelen incluir material extra, como figuras, libros de arte, o cualquier otra cosa que añade valor al producto y lo hace más exclusivo.

Eso sí, su precio suele ser significativamente más alto que la edición estándar, por lo que tienes que ser muy fan de una franquicia de videojuegos, película o grupo de música para que te compense el desembolso extra.

Además, por increíble que parezca, en el ámbito de los videojuegos hay ediciones especiales que no incluyen el disco del juego en la caja y solo tienen un papel con un código para descargártelo en digital.

Otra ventaja de este formato es la posibilidad de venderlo a un tercero o a una tienda de segunda mano, o prestárselo a un amigo para que también lo disfrute.

Así mismo, es relativamente sencillo encontrar buenas ofertas a los pocos días o semanas del lanzamiento, sobre todo en videojuegos. Si tienes paciencia, puedes conseguir novedades a precios muy tentadores.

En el lado negativo, el formato físico ocupa un espacio que muchos no tenemos disponible en nuestras casas.

El poco espacio disponible puede ser un problema para los coleccionistas.

Al final, vamos llenando estanterías de películas, discos y videojuegos, y llega un momento en el que ya no tenemos ningún sitio donde meterlos.

Formato digital

La comodidad de poder reproducir directamente tu música, películas o series desde el móvil o tu televisión es una de las claras ventajas del formato digital.

Mediante el pago de una suscripción, tenemos a nuestra disposición una cantidad ingente de contenido para disfrutar.

Si nos gusta descubrir grupos de música, o disfrutar de una gran variedad de series o videojuegos, la opción de suscribirte a determinados servicios es muy recomendable.

El problema es que cada vez existen más servicios de suscripción y sus precios se han incrementado de tal manera que no podemos estar suscritos a todo.

Debemos elegir según nuestros gustos y el contenido disponible en cada plataforma.

Como punto negativo del formato digital, el contenido disponible varía y puede desaparecer de la plataforma en cualquier momento.

La necesidad de conexión a Internet también es algo negativo, porque hay ocasiones en que no tenemos una conexión disponible o es de muy baja calidad.

Por último, la política de precios del formato digital debería revisarse, sobre todo respecto de la compra de videojuegos.

En muchos casos, tienen el mismo precio (o incluso superior) en este formato que en el físico, a pesar de ahorrarse costes como el de distribución u otros.

Como opinión personal y por algunas de las razones expuestas, yo soy defensor del formato físico, pero entiendo que en determinados contextos es más cómodo utilizar el formato digital.

Pienso que ambos formatos pueden coexistir en el futuro, a pesar de que todo apunta a la progresiva desaparición del formato físico.

Creo que no desaparecerá del todo, porque siempre habrá ediciones especiales que ofrezcan un valor añadido que las hará atractivas para cierto tipo de usuarios.

La posibilidad de elegir entre ambos formatos, según nuestro uso o preferencias, sería la solución ideal, aunque veo complicado poder elegir en el futuro, salvo en circunstancias excepcionales.