Propósitos tecnológicos para después del verano

Las vacaciones de verano suelen ser el periodo del año en el que casi todos aprovechamos para descansar y desconectar, en la medida de lo posible, de nuestras obligaciones diarias.

Por lo tanto, la vuelta del periodo estival puede ser un buen momento para fijarnos determinados propósitos relacionados con la tecnología.

Después del verano llegamos con las pilas cargadas y se supone que con fuerzas renovadas, de modo que podemos aprovechar para aprender cosas nuevas o para hacer tareas que llevamos mucho tiempo posponiendo.

Al igual que nos planteamos dejar de fumar, aprender idiomas o pedir cita en el dentista, en este caso nos vamos a centrar en propósitos más tecnológicos.

Propósitos tecnológicos para después de las vacaciones

1/ Organiza tus archivos

Con el tiempo, vamos acumulando archivos y los vamos dejando desperdigados en diferentes carpetas o en el escritorio de nuestros ordenadores.

Además de ocupar mucho espacio, a veces nos resulta complicado encontrar un determinado documento o algún archivo importante.

Por ese motivo, deberíamos hacer limpieza y organizarlo todo en carpetas, eliminando todo aquello que no vayamos a utilizar.

También es recomendable desinstalar las aplicaciones que no utilicemos nunca. Así conseguiremos liberar espacio y dejarlo todo más despejado.

2/ Borra correos antiguos

Acumular correos durante años ocupa mucho espacio en el buzón de nuestro correo electrónico, pudiendo llegar a hacer necesario ampliar el tamaño de dicho buzón.

Con total seguridad puedes borrar un gran número de esos correos sin ningún tipo de problema.

Puede ser un buen momento para revisarlo y eliminar todos esos correos que guardamos innecesariamente y que no vamos a necesitar nunca.

3/ Haz un curso

Siempre es recomendable ampliar nuestros conocimientos, y esta época del año puede ser el momento perfecto para buscar algún curso que nos interese.

Puedes adquirir nuevas habilidades ofimáticas haciendo un curso de Excel, aprender algún lenguaje de programación, o realizar alguno relacionado con la Inteligencia Artificial tan de moda últimamente.

Sea cual sea tu elección, seguro que no te arrepientes de aprender cosas nuevas.

4/ Prueba nuevas aplicaciones

Existen infinidad de aplicaciones de todo tipo que te pueden servir para múltiples fines.

Desde aplicaciones para organizar tu tiempo y tus tareas, hasta programas de edición de foto y vídeo, la lista puede ser interminable.

Busca opiniones en Internet y prueba algunas de las más valoradas por los usuarios. Es probable que encuentres alguna aplicación que se convierta en imprescindible para ti.

5/ Estrena dispositivo

Si tu economía te lo permite, puede ser un momento ideal para comprarte un nuevo dispositivo y estrenarlo a la vuelta de las vacaciones.

Puedes adquirir unos auriculares con cancelación de ruido, un nuevo portátil o un smartphone que sustituya al que tienes actualmente.

Después del verano se espera, por ejemplo, el lanzamiento de los nuevos iPhone 15 de Apple, o los Pixel 8 de Google.

De esta manera, la vuelta al trabajo y a la rutina diaria se hará más llevadera.

6/ Desconecta siempre que puedas

Este es, probablemente, el propósito que debas tomarte más en serio.

La tecnología nos hace más sencilla y divertida la vida, pero no podemos estar todo el día conectados a nuestros dispositivos, y olvidarnos del mundo real.

Soy consciente de que es difícil, puesto que vivimos en una sociedad hiperconectada y estamos acostumbrados a hacer casi todo con nuestros dispositivos.

También habrá momentos en que no sea posible porque haya surgido algo urgente en tu trabajo, y tendrás que permanecer conectado y realizar gestiones que no puedan esperar.

Pero aparte de esos momentos es necesario encontrar nuestros momentos de desconexión, sobre todo fuera del horario de trabajo.

Queda con amigos a tomar una cerveza o a cenar, sal a dar un paseo con tu pareja, o aprovecha tu tiempo libre para ir a un concierto o al cine.

Eso sí, intenta disfrutar plenamente de esos momentos de ocio dejando los dispositivos un poco de lado.

Salvo cuando sea estrictamente necesario, intenta no usarlos, o hazlo lo mínimo posible.

Disfruta de la compañía de los que te rodean, o de los paisajes que tienes ante tus ojos, sin que tu dispositivo se convierta en una barrera que te impida aprovechar estos momentos al máximo.